Más herramientas contra la corrupción (opinión)

Los últimos casos de corrupción que se están produciendo en España y sobre los que se han gastado litros de tinta y filmado cientos de imágenes, parecen indicar que nuestro país es un nido de corruptos, que la clase política está enferma y que el Gobierno y la oposición están a verlas venir. Nada más lejos de la realidad. Si hoy salen a la luz más casos de corrupción es gracias a la voluntad política de que no queden impunes. Estamos ante lo que este Gobierno ha denominado tolerancia cero ante la corrupción.

Que en España hay corrupción política, es innegable, que la ha habido siempre, también, pero lo que es incuestionable es que estos delitos, que no son nuevos, se están persiguiendo de manera férrea y son juzgados. Valga como ejemplo el denominado “Caso Gürtel”, el “Caso Palma” o el que afecta al Ayuntamiento de Santa Coloma, en Barcelona. Muchos de estos casos son antiguos, pero la novedad es que se persiguen, se descubren y se castigan con toda la fuerza del Estado de Derecho.

Pero por adecuadas que sean las leyes, hacen falta policías, fiscales, jueces y medios materiales para perseguir los delitos y aquí es donde el Gobierno debe demostrar su voluntad para erradicar esta lacra y, hasta la fecha, éste ha sido el Gobierno que más medios materiales y humanos ha puesto al servicio de la lucha contra la corrupción.

Y para muestra basta un botón. El Ejecutivo de Zapatero al inicio de su mandato, puso en marcha, y continúa en plena vigencia, el Plan contra el Fraude Fiscal. Además, ha dotado a la justicia de nuevos fiscales dedicados en exclusiva a perseguir los delitos medioambientales y urbanísticos -son ya 50 los fiscales que trabajan en todas las provincias españolas y que están dando lugar a una mayor profundización en las investigaciones-. También ha creado una Fiscalía especial para delitos ecológicos y urbanísticos y una unidad especial de la Guardia Civil contra los delitos urbanísticos. Este Ejecutivo ha modificado la Ley de Montes para protegerlos y evitar que se especule con su suelo y ha aprobado una nueva Ley del Suelo que ha puesto fin al “todo urbanizable” de la ley que hizo el Gobierno del PP, en 1998.

España cuenta hoy con 24.000 agentes más de los que había en abril de 2004 y más fiscales y más jueces, -un total de 1.110 nuevas plazas en la anterior legislatura-. Además, ha dotado a la Fiscalía Anticorrupción de más fiscales, -ha pasado de 20 a 30-, lo que le ha permitido este año aumentar en un 150% los procedimientos judiciales en los que estaba inmersa en 2005. A modo de ejemplo, esta Fiscalía Anticorrupción abrió en el año 2008 el doble de diligencias que en el año 2007.

Con todos estos datos, estoy convencido de que los ciudadanos podemos respirar tranquilos y no generalizar cuando hablamos de corrupción política. Esta aversión ciudadana hacia el mundo político le hace un flaco favor a la democracia, sobre todo sabiendo que es ahora cuando más trabas se le están poniendo a los corruptos. Y es que este tipo de delitos están siendo contundentemente perseguidos, hasta que no quede espacio alguno de impunidad para nadie, en ningún lugar de España.

Por eso es necesario que todos: ciudadanos, partidos políticos, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, jueces y fiscales, rememos en la misma dirección. Junto a esto hay que dotarse de mecanismos y leyes que impidan actuar al corrupto con impunidad. Muchas de estas leyes ya se han puesto en marcha y otras están siendo reformadas, como el Código Penal, cuya reforma se inició antes de que saltaran a la luz estos últimos casos de corrupción y que aporta nuevos instrumentos para combatir estos delitos.

Pero lo más importante contra la corrupción es que los dirigentes políticos actúen con responsabilidad y colaboren con las instituciones democráticas, en lugar de criticarlas e intentar desprestigiarlas, y me refiero al bochornoso espectáculo dado por altos dirigentes políticos del partido que aspira a ser Gobierno. Y que los partidos políticos actúen con contundencia ante los posibles casos que puedan surgir entre sus filas.

Si todos arrimamos el hombro, la corrupción terminará cercada.

Pagar como español (opinión)

Una vez más los de siempre han comenzado a poner piedras en el camino de una subida de impuestos a los más ricos con excusas tales como “España se hunde”, “El capital se va de España” o “Van a lograr que se suspenda la liga de fútbol profesional”. Dios mío ante tanta hecatombe no queda más que recular y devolver la enmienda a la ley a toriles.

Pero vayamos por partes. Lo que ha hecho el Gobierno, apoyado por IU, ICV y BNG, es modificar o enmendar la Ley de Presupuestos para suprimir la denominada “Ley Beckham” o Impuesto sobre la Renta de no Residentes, aprobada por el Ejecutivo de Aznar en el año 2003 y que permitía a los extranjeros que trabajaban en España, mantener las ventajas fiscales de los “no residentes “ durante un periodo de cinco años; es decir, que esas señoras y caballeros tributaban en España a un tipo fijo del 24%., ganaran lo que ganaran, en vez de al 43% como el resto de los españoles si superaban los 600.000 euros anuales de ganancias. Unido a esto, tampoco tenían que cotizar por aquellos ingresos que hubieran obtenido fuera de nuestras fronteras. Vamos, todo un chollo.

El Ejecutivo de Zapatero ha decidido modificar la ley para que a partir de enero de 2010, se permita a los extranjeros, cuyas retribuciones no superen la cuantía de 600.000 euros anuales, la posibilidad de tributar al 24%. La modificación consiste en que cuando las retribuciones excedan de este límite, se tributará por el IRPF en Régimen General, es decir, aplicando la tarifa progresiva, cuyo marginal es el 43%.

Se trata pues de una modificación pensada para evitar que futbolistas, deportistas de élite, etc, con sueldos astronómicos se beneficien de una ley que fue diseñada para atraer temporalmente a nuestro país a trabajadores de especial cualificación científica ó técnica, así como a directivos de empresas multinacionales.

Desde posiciones conservadoras ya se vaticina el caos y señalan que más allá de la presunta suspensión de la liga del fútbol, la medida tendrá una muy negativa repercusión en inversiones extranjeras en España y lo que es peor, dicen medios conservadores como El Confidencial: “En las aspiraciones de Madrid de convertirse en un centro financiero relevante en Europa” –en referencia al proyecto de Aguirre “Madrid Centro Financiero”- que vendía como aval esta rebaja en la fiscalidad.

Ahora, aseguran estas fuentes, el negocio se irá con nuestro vecino Portugal que acaba de aprobar un régimen que sitúa el tipo máximo en el 20% y extiende la ventaja durante 10 años.

Pero no se dan cuenta de que el gran capital no se mueve por rebajas a sus directivos, sino por intereses estratégicos.

La consultora de recursos humanos, Mercer HR, en su lista de los países donde menos impuestos imponen a los salarios de los ejecutivos aseguraba que el sitio donde resulta más barato vivir a los que más cobran es Dubái, donde sólo nos desprenderemos del 5% de nuestros salarios para pagar impuestos y no me parece a mí que allí estén haciendo cola para irse las grandes multinacionales. A Dubái en este “top ten” de la baja fiscalidad le sigue Hong Kong y Rusia, dependiendo de si tienes o no hijos y estás o no casado.

Así que como dice un amigo mío si quieres pagar pocos impuestos, vete a vivir a Dubái, y si prefieres estar fresquito, a Rusia.