"Todo lo bello y útil de la sociedad lo crea el trabajo, no el capital"

Saramago, Labordeta y ahora Marcelino Camacho (...) .Corren malos tiempos.


Tres referentes nos han abandonado durante este año 2010, el último un líder sindical luchador y cabal, una persona que allí donde se le necesitaba acudía, un gran negociador y un gran orador y sobre todo y por encima de todo, un gran hombre. Mientras, sus huérfanos seguimos aquí.


Ahora que tan de moda está atacar uno de los pilares de la democracia, como son los sindicatos, debemos recordar más que nunca a los viejos líderes que iniciaron este movimiento en plena dictadura, porque ya algunos quieren “olvidar” que aquí en este país hubo una dictadura fascista. Para nosotros quizá sea la hora de mirar a la cara de nuevo a este referente.

Marcelino fue el primero, el más activo, el que siempre estaba, el que nunca se ocultaba, el que daba la cara. Marcelino era respetado y querido, pero sobre todo era temido y casi odiado por el entonces, y también ahora, poco preparado empresariado español, tan dado al ordeno y mando y a la vida fácil.

Tuve el honor y el gran placer de hacerle en octubre de 2001 una entrevista en su pequeña casa sin ascensor del madrileño barrio de Carabanchel, de donde sólo se mudó, casi obligado, cuando sus cansadas piernas y las de su mujer, Josefina Samper , ya no obedecían para subir tantas escaleras. El título de este artículo que ahora escribo es el mismo que usé en esa entrevista en la revista Cambio 16. “Todo lo bello y útil de la sociedad lo crea el trabajo, no el capital”. Esta era su sencilla y compleja filosofía, su norte y su guía.

Marcelino sabía que la lucha de clases no había terminando, muy al contrario de lo que desde hace mucho tiempo viene predicando la caverna mediática y política, y que nuca terminará, porque siempre habrá clases, y siempre habrá lucha, aseguraba. Recuerdo que en esa entrevista de 2001, Marcelino me mostraba en su ‘casa museo’, algunos galardones y premios recibidos, y me los enseñaba casi con pudor, con vergüenza. Y es que Marcelino huía de agasajos y de prebendas.

Ahora, cuando Marcelino ya no puede seguir con nosotros en el duro viaje de la vida, debemos coger su palabra, su bandera y continuar su camino tal  como él nos lo mostró, sin desviarnos ni un ápice.

Me gustaría abrazar, aunque sólo sea a través de la red de redes, a su mujer, Josefina que tan bien me trató cuando acudí a su hogar, y a sus hijos Yenia y Marcel, a los que nunca conocí.

Adiós, compañero. 

Ardor Guerrero

“Tres cosa hay en España, que relucen más que el Sol, el paro, la buena siesta y el señor González Pons”. Así dice la cancioncilla que se escucha ya por tierras andaluzas después de leer la diatriba del ínclito personaje conservador sobre la batalla de las Navas de Tolosa de 1212. Dice Pons que él hubiera dado la vida al pelear contra las huestes almohades de Muhammad An-Nasir, (más conocido entre los guerreros castellanos como Miramamolin), en defensa de España.

Y es que el señor González está tan cargado de ardor guerrero como falto de intelecto, a pesar de que cuando abre la boca pretende ilustrarnos como aquellas enciclopedias de Álvarez, vamos que es un auténtico ‘florido pensil’, el caballero.

González Pons

Dice el personaje en su blog de marras que “si a mí me hubiera tocado vivir en 1212, no habría mirado la batalla desde la grada. Junto a los tres reyes, formando parte de sus séquitos de caballeros o de las milicias concejiles o de las órdenes, habría cargado contra los innumerables guerreros del desierto y el parapeto de cadenas y diez mil esclavos del califa. Y quizá habría dado allí la vida o tal vez un año después junto a Pedro II y otros paladines en el combate de Muret. Habría sido un español de mi tiempo, tan honesto y entregado como procuro serlo del presente”.

Andaba el caballero en sus correrías por tierras de moros que se le olvidó que los hijos del islam estuvieron en la península siete siglos, siete, que los anteriores pobladores eran visigodos, es decir, conquistadores alemanes del centro de Europa, que antes había romanos y cartagineses y que España era en 1212 tan España, como Estados Unidos era Estados Unidos antes de 1776. Vamos señor González que tras la batalla de las Navas de Tolosa faltaban aún dos siglos y pico para que el último reino árabe pasara a formar parte de la corona de Castilla y Aragón y desde entonces y hasta 2010 han pasado seis siglos, cosa de las matemáticas y de la Historia.

Nosotros desde Gacetilla seguimos mostrando a estos personajes de los que habría que hacer un bestiario nacional, porque por sus palabras los conoceréis. Qué os apostáis queridos lectores que si el PP llega a la Moncloa lo tenemos de ministro de Educación. Aunque para conservar su ardor guerrero bien podría irse de vacaciones a Afganistán, en lugar de a Melilla, y pasear sus pueblos y ciudades, quizá allí reconozca el verdadero valor de la amistad y tenga la oportunidad de desahogar su ardor guerrero.

Aznar, tú sí que vales

Va de victoria en victoria hasta la derrota final. El peor presidente de la historia de España, José María Aznar, ya es elevado a los altares no sólo por Gacetilla, también han puesto sus ojos en él la revista Foreign Policy que lo considera uno de los cinco peores ex presidentes del  mundo, junto al alemán Gerhard Schröder, al nigeriano Olesegun Obasanjo, al filipino Joseph Estrada, o al tailandés Thaksin Shinawatra.


Y todo gracias a su gracejo personal y a su modo de ver el mundo y, sobre todo, a su innata virtud de contarlo. Sus declaraciones sobre los aspectos más polémicos de su mandato le han valido este ‘Oscar’.

La revista  Foreign Policy (FP) recuerda la postura que este mandatario tuvo en el 11-M, dirigiendo sus dardos contra la banda ETA, tesis a la que se adhirieron inmediatamente todos los voceros de las cavernas. Desde ese momento, asegura la revista “Aznar se ha distinguido principalmente por la extremidad de su retórica”.

Otro punto caliente que la revista considera importante para darle la ‘medalla’ es el calentamiento global, (esto en el PP debe venir de familia. ¿Recuerdan a aquellos primos que hablaban del asunto?) y sus críticas furibundas contra los ecologistas a los que denominó “abanderados del calentamiento global que tratan de restringir libertades en nombre de una noble causa como hicieron los comunistas”.

Pero el alegre Aznar ha hecho muchos más méritos, y entre ellos no se encuentra ni su acento tejano ni su habla catalana “en la intimidad”. Para la revista no es de recibo que el personaje exija a “los musulmanes” que se “disculparan” por la invasión de España. 

Junto a esto los encargados de colocarlo en la lista han recordado sus manifestaciones sobre el presidente de Estados Unidos cuya elección la calificó de: “Un exotismo histórico y un previsible desastre económico”, o su defensa a ultranza de Israel, o el asunto del vino que tanta gracia hizo a los responsables de Tráfico de todo el planeta.

Los lectores de Gacetilla siguen escuchando todos estos argumentos una y otra vez en tertulias radiofónicas y televisivas y en artículos sesudos de periódicos de la caverna.
Las revista concluye en afirmar que Aznar es un ex presidente que no ha hecho nada por la humanidad, al contrario que otros ex mandatarios.

Mientras, La edicion española de Foreign Policy no dice nada. Pero los medios liberales conservadores sí. Así en ABC Ramón Pérez Maura quiere defender a Aznar atacando a la revista y señalando que es casi un panfleto.

Cosas veredes amigo Sancho, cosas veredes.