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viernes, 9 de octubre de 2009

Tirando de hemeroteca

Del hiperliderazgo de Aznar al galaico estilo Rajoy






EL 'BAMBI' DEL PP

Todo parece estar a punto para que Mariano Rajoy sea elevado, por fin, al Olimpo de la derecha española. Los poco más de 3.000 compromisarios que asisten al XV Congreso del PP están llegando durante esta semana a Madrid y, según cuentan las buenas lenguas populares todos traen la lección muy bien aprendida: “Hay que modificar el partido para cuatro años en la oposición y apoyar al heredero de José María Aznar”, un hombre que ya se ve capaz de dirigir el partido sin que nadie le haga sombra. O casi nadie, porque lo que sí parece cierto es que alguno hay agazapado a la espera de un resbalón o de tiempos mejores.


Por Manuel Santaella.


Tras la debacle electoral del 14 de marzo, las elecciones europeas han sido la verdadera prueba de fuego para la continuidad de Mariano Rajoy al frente del Partido Popular. El que será el sucesor de Manuel Fraga y José María Aznar se siente ya seguro en Génova. Dicen los especialistas en rajología que sólo tras los resultados de las elecciones europeas Mariano Rajoy se sintió con fuerzas para gobernar la nave popular. Otra cosa es que lo vean así todos los dirigentes del mismo a pesar de la ceremonia de unidad que se celebrará este próximo fin de semana en el congreso.
Las incógnitas en torno al nuevo líder son muchas. Las fuentes consultadas por esta revista aseguran que todo el partido, excepto su guardia de corps, está pendiente de lo que haga Rajoy, pero nadie se atreve a preguntarle “¿qué hay de lo mío?”. Tan seguro está de su fuerza el nuevo jefe de los populares que decidió nombrar a su mentor, José María Aznar, presidente de honor de su PP y sentarlo “a su izquierda” en la nueva Ejecutiva (la derecha siempre será de don Manuel Fraga). Pero, como los buenos toreros, se crece ante las adversidades, y los que han tenido la gran suerte de conversar con él aseguran que ironiza sobre la supuesta bicefalia o tricefalia que padecerá el nuevo PP. A Rajoy le parece lógico, cuentan sus voceros, que un hombre como Aznar, que ha dado 15 años de su vida al partido, ocupe un puesto en él, sobre todo a sabiendas de que le ha dado su palabra de que no se inmiscuirá en los asuntos del partido, por lo menos si no se lo piden, y Rajoy no se lo va ha pedir.
Así que, ya libre “del peso del pasado”, el nuevo líder ya ha preparado este XV Congreso (su congreso), a su medida. Los compromisarios que acudan a Madrid procedentes de toda España ratificarán el partido que quiere Mariano Rajoy, un partido ágil, moderno y eficiente capaz de luchar durante al menos cuatro años en la oposición, un partido que tenga la suficiente capacidad para poder batirse en todos los terrenos, también en los cotidianos que interesan a los ciudadanos y sea capaz de una vez de “pasar página”, aunque las decisiones de la comisión del 11-M de llamar a declarar a José María Aznar sirvan para calentar un Congreso que podría resultar de lo más soso, si no fuera por la expectación levantada en saber a qué caras nuevas “llamará Rajoy a su presencia”.
El viernes día 1 será el día grande de Alberto Ruiz-Gallardón. El alcalde de Madrid dispondrá de la audiencia del XV Congreso ya que ese día expondrá su ponencia política. El sábado 2 de octubre es el día de Rajoy, el candidato a presidente nacional presentará su candidatura y será aquí cuando desvele los nombres de su equipo de gobierno de los que poco o nada ha trascendido, y no quiere que trascienda. El domingo Aznar tomará la palabra, eso sí, después de Manuel Fraga y antes de que de nuevo Mariano Rajoy haga su discurso de clausura.
En este discurso es probable que Rajoy exponga sus directrices para sus cuatro años en la oposición. El líder popular quiere un partido normalizado y para ello contará con un organigrama más parecido al que tiene el PSOE, es decir, Rajoy quiere crear su “gobierno en la sombra” preparado para dar respuesta no sólo a los ministros del actual Ejecutivo, sino para formar uno propio si esto fuera necesario. Además de los tres presidentes, que serán miembros natos del Comité Ejecutivo, éste estará formado por una Secretaría General, que ocupará Ángel Acebes; seis secretarías ejecutivas: Organización y Comunicación, ya existente, y las nuevas de Política Autonómica y Local, Política Social y de Bienestar, Política Económica y Empleo, Libertades Públicas, Seguridad y Justicia y la de adjunto a la Presidencia, que ya está diseñada para Carlos Aragonés, el galáctico procedente de la cantera de Aznar y ahora fichado por Mariano Rajoy.
También se crean 15 secretarías de área y dos nuevos órganos consultivos, uno dedicado a las autonomías, constituido por los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas, el secretario general y los presidentes regionales, cuya función será analizar las políticas en esta materia, y un segundo órgano denominado Consejo de Política Exterior, cuyos miembros serán designados por el Comité Ejecutivo del partido a propuesta del presidente.
Desaparecen, si así lo deciden en el XV Congreso Nacional, los cuatro coordinadores de área y deja a la decisión del presidente tener o no vicesecretarios, cargos que siempre han constituido el denominado “núcleo duro” del partido, que parece que Rajoy no desea tener. “Bien mirado”, dicen las fuentes consultadas por El Siglo “ lo que se está preparando es un partido más eficaz, pero a la vez más presidencialista”.
Y todo esto, es decir, la más amplia remodelación de la estructura organizativa del partido jamás conocida, ya que cambia más de la mitad de los artículos de los estatutos del Partido Popular, ya se lo han preparado Gabriel Elorriaga y Ana Pastor, los más fieles colaboradores de Rajoy, a su presidente. Ellos defenderán en el Congreso la ponencia Más partido, donde se recogen estos cambios. Pero esta ponencia ya ha recibido la adscripción para su debate de 2.500 de los 3.000 compromisarios que llegarán a Madrid para el congreso y ahora en Génova se están esmerando para encauzar y plasmar sobre papel las enmiendas presentadas sobre este asunto, lo que da idea del interés levantado en las filas populares por el cambio de diseño de la dirección del partido.
Nadie duda ya que este congreso será el congreso de Mariano Rajoy para ello el sanedrín que rodea al nuevo líder (los Elorriaga, Aragonés, Acebes y Michavila) han dejado todo atado y bien atado, siguiendo las directrices del “gallego”, que no quiere oír una voz más alta que otra ni en el congreso ni durante los próximos cuatro años. Rajoy y sus “mensajeros” han mando callar ya a los camps y esperanzas aguirres, con los gallardones y zaplanas con hueco en el nuevo Partido Popular, y esperando nuevos tiempos “para ser califas en lugar del califa”, sin nada que temer ya de los arenas, cascos o trillos y colocados nada menos que en el Fondo Monetario Internacional, con categoría de jefe de Estado, Rodrigo Rato (que ya ha anunciado que ni siquiera asistirá al congreso), y en Europa a Mayor Oreja. A la única que hay que buscar ubicación en la nueva Ejecutiva es a Loyola de Palacio, que regresa de Europa. Las fuentes consultadas aseguran a esta revista que esto no será ningún problema y que la hermanísima logrará acomodo en el PP de Rajoy.
Y es que “aquí en el Partido Popular no hay halcones y palomas, aquí sólo tenemos gaviotas” ironizaba a esta revista un dirigente del PP al ser preguntado sobre la aceptación del núcleo duro del PP de la presencia del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón en la Ejecutiva que surja en el XV Congreso Nacional del Partido Popular. El problema es que la gaviota no es precisamente un ave que simbolice la paz, sino más bien un pájaro con instinto carroñero y aunque Mariano Rajoy está intentando por todos los medios llegar al Congreso sin sobresaltos, podría no tener el partido tan tranquilo como él desearía.




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